NOSOTROS

Trufas de la Atalaya es una iniciativa familiar. Somos pequeños productores de trufa negra de Soria. Nuestros campos se encuentran a más de 1.000 metros de altura. Los trabajamos y cuidamos durante muchos años, hasta que las encinas y quejigos que plantamos comienzan a dar sus frutos.

Trufas con identidad

Los franceses lo llaman «terroir» y, es algo cierto, aunque complicado de explicar: es ese conjunto de factores, ese algo que hace que un producto sea especial y que tenga una personalidad única.

Nuestro clima es duro: con fuertes contrastes de temperatura entre el día y la noche, entre el verano y el invierno.

Nuestra tierra no es fácil: pedregosa, pero a la vez impregnada de ese aroma único que proporcionan las arcillas.

Y allí, por encima de los 1.000 metros, todo es diferente, más limpio, más luminoso, más puro.

Por eso son trufas de la Atalaya

 

NUESTRO EQUIPO

No basta con plantar las plantar los árboles, trabajarlos, podarlos y regarlos a lo largo de los años. Para llegara a poder coger trufas hace falta disponer de unos aliados que les apasione tanto como a ti buscar y localizar estos tesoros. Nosotros tenemos dos:

NERO

Nero es un labrador muy pacífico y muy seguro buscando trufas. Pronto hará 6 años.

LUNA

Luna es una Jack Russell; puro nervio. Además, le encanta escarbar. Todavía no tiene los 4 años.

¡EN ACCIÓN!

Así salimos a buscar las mejores trufas para ti:

La importancia de la venta directa

Al ser productores, recolectamos la trufa en su óptimo de madurez, cuando viene acompañada de todo su aroma y sabor.

A través de la venta directa, conseguimos precios más justos para el comprador y para nosotros.