Ingredientes: mantequilla y trufa negra (Tuber melanosporum) fresca. Se emplea de trufa entre un 10% y un 15% del peso de la mantequilla. Por ejemplo, 150 gramos de mantequilla y 15-20 gramos de trufa. Se necesita rallador.

Elaboración: se pone la mantequilla en punto de pomada, es decir, en un estado entre líquido y sólido. Lo ideal es hacerlo calentándola ligeramente al baño María. Como su nombre indica, que quede en una textura como la de una pomada, siempre por debajo de 40 oC.

Se le ralla por encima la trufa y se mezcla bien, hasta que se integren perfectamente ambos productos.

Se le da la forma deseada (por ejemplo en rollo) y se rodea con un film de cocina. Se guarda en un envase herméticamente cerrado (para que no coja olores) en el frigorífico.

Se saca siempre un poco antes de ser consumida para que coja temperatura. Ya en el plato, pude corregirse con un poquito de sal, según el gusto de cada uno.

Se suele servir como aperitivo o como entrante de una comida.

La imagen, que es muy ilustrativa de cómo queda la mantequilla, es cortesía de del portal divinaCocina. Gracias.